Las dificultades que están atravesando los hospitales, las escuelas y las universidades públicas por el ajuste del gobierno nacional siguen sumando nuevos capítulos. Una de las situaciones más críticas es lo que está ocurriendo con el emblemático Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA): por la falta de presupuesto tuvo que reducir su actividad, incluso las cirugías.
Este jueves, cientos de médicos, docentes y estudiantes se manifestaron con un multitudinario abrazo simbólico y bajo la consigna “Donde se cura y se cuida, también se enseña”, cortando totalmente el tránsito a la altura de Avenida Córdoba 2351 y calles aledañas.
El propio director del hospital, Marcelo Melo, denunció el difícil panorama que enfrenta la instituciónpor la falta de presupuesto y el incremento de precios en los insumos que utilizan: “Es bastante compleja la situación porque dependemos de un presupuesto que no tenemos. El Hospital, para funcionar, necesita recursos, presupuesto. El presupuesto es para la compra de los insumos, medicamentos, los descartables, medicamentos de alto valor, el mantenimiento de la aparatología, el seguro de los aparatos, que es muy caro. Si no tenemos esos recursos porque no existe el presupuesto, no podemos enfrentar ninguna licitación“.
“Desde que terminó diciembre, y también porque no teníamos certeza sobre el presupuesto, bajamos la actividad y solo empezamos a tratar fracturas, infecciones y oncológico, en cuanto a cirugías. Bajamos el funcionamiento del hospital al 30 o al 40%, pero ni siquiera con ese nivel de funcionamiento podemos enfrentar esos gastos“, explicó en diálogo con Radio Mitre.
“Tenemos el presupuesto congelado con una inflación del Indec del 270%, pero la inflación de los medicamentos es del 1000%. Nosotros el año pasado hacíamos licitaciones cuatrimestrales para comprar los medicamentos y se gastaban 4 o 5 mil millones de pesos para un cuatrimestre. Ahora eso aumentó el 1000%. Sumado a eso, los trabajadores del hospital cobran sueldos que están por debajo de la línea de pobreza. Es una locura total“, concluyó.