El presidente Javier Milei brindó en las últimas horas una entrevista con la agencia de noticias internacional Bloomberg en la que habló de la crisis económica que atraviesa la Argentina, el ajuste que su gobierno lleva adelante, el dólar y sus planes.

Hoy los salarios son miserables no por culpa nuestra, los salarios son miserables como consecuencia de 20 años de populismo. Cuando usted toma el salario promedio de la década del 90′, hoy sería de 3.000 dólares”, aseguró en diálogo con el periodista Kevin Simauchi en Casa Rosada.

En este sentido, explicó que espera una recuperación de los mismos a partir de un descenso de la inflación y del levantamiento de los controles de capitales: “Primero tengo que sanear el Banco Central y es importante entender esto: cuando usted tiene el Banco Central quebrado, los pasivos monetarios superan a los activos y eso se corrige con un nivel de precios más alto para licuar los pasivos monetarios; cuánto más quebrado está, más alto es el nivel de precios“.

“Nosotros estamos saneando el balance del Banco Central y en cuanto lo logremos ese nivel de precios se va a ir achicando porque la pendiente se reduce y la inflación baja; por eso es importantísimo sanear el Banco Central para que no exista esa presión”, agregó.

Respecto a sus primeros días de gobierno, reveló: “Nosotros teníamos una estrategia para dolarizar que era tomar los activos del Banco Central contra el gobierno nacional, esos títulos pasarlos a mercado y hacernos de dólares… Y la realidad es que hubiera funcionado a la perfección porque cuando nosotros llegamos los títulos argentinos estaban en 18 dólares y hoy están en torno a los 54. Hubiera sido una gestión muy exitosa, pero dada la construcción del sistema político argentino, lo intelectualmente deshonestos que son los políticos, es muy probable que si yo hubiera hecho esa operación a precio de mercados, la política hubiera dicho que ahí hubo una estafa, nos hubieran acusado de un negocio turbio y nos hubieran mandado a la cárcel. No es que no era factible hacerlo en términos técnicos, nosotros inferimos que la política iba a jugar sucio y es efectivamente lo que hace”. Por eso, el mandatario admitió que decidió apelar a un fuerte ajuste fiscal “sin precedentes en la historia de la humanidad”.

Por último, aseguró que no tiene prevista una nueva devaluación del peso frente al dólar: “No tiene ningún sentido. Eso lo dicen algunos economistas locales y están equivocados. ¿Por qué yo tengo que hacer saltar el tipo de cambio hoy si el tipo de cambio libre paralelo coincide con el oficial? ¿Qué tipo de estupidez es esa que tengo que hacer saltar el tipo de cambio cuando está alineado con el de mercado? Deberían ser más respetuosos de las decisiones de los individuos y no ser tan arrogantes”.

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