El pasado viernes 2 de febrero la “Ley Ómnibus” fue aprobada en general y el gobierno de Javier Milei parecía haberse anotado la primera victoria en materia legislativa.

Sin embargo, la ilusión del oficialismo duró poco: este martes se continuó con el tratamiento de cada artículo de su contenido y, frente a la falta de votos en los ejes claves, tuvieron que recurrir a un cuarto intermedio para, luego, levantar la sesión con aprobación de la mayoría en el recinto.

El declive arrancó cuando La Libertad Avanza no consiguió los votos para el artículo referido a las reformas del Estado Nacional: el debate ni siquiera llegó a centrarse en las privatizaciones de empresas estatales.

El golpe político fue mayor cuando Guillermo Francos, titular del Ministerio del Interior, y Oscar Zago, jefe de bloque libertario en la Cámara de Diputados, se enteraron las implicancias de que el proyecto fue devuelto a las comisiones de tratamiento parlamentario.

¿Qué significa que la Ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” haya vuelto a comisión? El reglamento aclara que “un proyecto que, después de sancionado en general, o en general y parcialmente en particular, vuelve a comisión, al considerarlo nuevamente la Cámara, se le someterá al trámite ordinario como si no hubiese recibido sanción alguna“.

En el caso de la popularmente conocida como “Ley Ómnibus”, esta deberá analizarse desde un inicio y para ello será sometida a debate en un plenario de comisiones de Legislación General, Presupuesto y Hacienda, y Asuntos Constitucionales: una vez que se obtenga un nuevo dictamen, se podrá convocar a una sesión en el recinto para que los parlamentarios puedan volver a debatir el tratamiento general de la ley. Todo vuelve, entonces, a “foja cero”.

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