A menos de dos meses de haber llegado a la Casa Rosada, el presidente Javier Milei echó al primer miembro de su gabinete nacional: el titular del Ministerio de Infraestructura, Guillermo Ferraro, tuvo que dejar su cargo luego de ser acusado de filtrar la polémica declaración del mandatario en donde amenazaba con “fundir” a las provincias que no acompañen la “Ley Ómnibus” en el Congreso de la Nación.

Según trascendió a la prensa, la medida fue un pedido formal de renuncia del jefe de gabinete, Nicolás Posse, y todavía no se sabe quién lo reemplazará: la idea es que el ministerio sea reducido al rango de secretaría, la cual quedará dependiente de quien hasta ahora fue su par de economía, Luis “Toto” Caputo.

Ferraro no era un dirigente más de La Libertad Avanza: de amplia trayectoria en la función pública durante distintos gobiernos, había sido acercado por la propia Karina Milei y durante el último tramo de la campaña incluso quedó a cargo de organizar el operativo para la fiscalización de los votos.

Tal era su pesa que fue designado formalmente como Ministro de Infraestructura y pasó a tener bajo su órbita nada más y nada menos que los sectores de Energía, Transporte, Obras Públicas y Vivienda, Telecomunicaciones y Minería.

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