Ni ser declarados como “esenciales” ni su rol fundamental durante la pandemia de coronavirus lograron que se les de el reconocimiento profesional: por todo esto, el próximo 21 de noviembre, las y los enfermeros nucleados en la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) retoman su plan de lucha con una “Marcha de Antorchas“.
“Este es un año especial para nuestro colectivo en la Ciudad de Buenos Aires. Se cumplen 5 años de la aprobación de la Ley 6035 que regula las condiciones salariales, laborales y profesionales de todo el personal de salud, menos del colectivo más numeroso y primera línea del equipo: la enfermería, que fue explícitamente dejada al margen del encuadramiento en esa legislación. Por eso, decimos que Larreta va a pasar a la historia como el personaje que más discriminó a nuestro sector“, aseveró Andrea Ramírez, enfermera del Hospital Ramos Mejía y presidenta de la ALE.
Por su parte, Carolina Cáceres, enfermera del Hospital Tornú y secretaria de prensa, explicó: “Estamos consensuando con distintos sectores de la salud, con todo un arco multisectorial que respalda a la enfermería e incluso tomamos contactos con representaciones de todo el país para construir el próximo 21 de noviembre, una jornada de lucha federal, unitaria y bien amplia que seguramente va a arrancar con vigilia y permanencia en el Congreso de la Nación y va a concluir con una acción ya tradicional de nuestro colectivo: una multitudinaria ‘Marcha de las Antorchas por Justicia y Reconocimiento a la Enfermería’ en el plano salarial, laboral y profesional”.
Por último, Luciana Franco, enfermera del Hospital Fernández y secretaria gremial del gremio, sentenció: “La enfermería excluida de la Ley N° 6035 tiene consecuencias muy concretas: cobramos menos del 50% del salario del resto de profesionales, no tenemos el mismo régimen de licencias, no tenemos derecho a capacitación permanente en servicio y además, tampoco podemos acceder a concursos para cargos de gestión: es una situación de vulneración de derechos salariales, profesionales y laborales cotidianos”.
Fuente: Nueva Ciudad