La situación económica argentina no da respiro ni signos de mejora: en su último informe, la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC) de la Ciudad de Buenos Aires informó que en el mes de septiembre una “familia tipo” necesitó más de $322.275 para no ser considerada pobre.
Los números son impactantes: esto no solo implicó un aumento del 114,09% con respecto al mes de agosto sino que, en términos interanuales, el incremento es del 250,13%.
Para la misma familia, la línea de indigencia se ubicó en $185.044: en comparación con el mes anterior, necesitaron $26.375 más para no ser considerados dentro esa categoría y $114.810 respecto a septiembre de 2022. Todo esto sin tener en cuenta el aquiler de una vivienda.
El director del organismo estadístico porteño, José María Donati, sostuvo incluso que cabe esperar que empeoren los indicadores socioeconómicos en los próximos meses: “Una familia necesitó un 150% más de ingresos que en el mismo periodo del año pasado para no ser pobre; muy por encima de la inflación“, concluyó.