Las últimas cifras brindadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) no solo son preocupantes sino que también desoladores: 18,6 millones de argentinos y argentinas no alcanzan a adquirir la canasta de productos básicos que determina la linea de pobreza durante el primer semestre del año.

La pobreza perforó el techo del 40,1% en los primeros seis meses del 2023, un número que solo había sido superado en 2020, durante la pandemia de coronavirus.

Como si esto fuera poco, y debido a la aceleración de la inflación de los alimentos, la indigencia creció más en términos relativos, y alcanzó al 9,3% de las y los argentinos.

Vale la pena subrayar que las estadísticas no incorporan el salto de 15% en el precio de los alimentos que se produjo tras la devaluación del tipo de cambio oficial post PASO, donde las condiciones de vida de la población general se deterioraron aún más.

¡En números!

  • La pobreza impacta más en los niños: el 56,2% de los niños y niñas menores de 14 años son pobres.
  • Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en el noreste (42%) y Gran Buenos Aires, que abarca a la Ciudad de Buenos Aires y a los partidos del Conurbano bonaerense, (41,4%).
  • Las menores incidencias, por su parte, se registraron en las regiones patagónica (33,2%) y pampeana (36,8%).
  • A nivel país, la de peor presente es Gran Resistencia (Chaco), donde el 60,3% de la población es pobre. En segundo lugar se encuentra Concordia (Entre Ríos), que alcanzó un índice de pobreza del 58,3% en el primer semestre de este año. Tercera aparece el Gran San Luis (San Luis), de la región cuyana: en esa ciudad, el 47,3% de la población es pobre.

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