Este lunes 18 de septiembre se cumple un nuevo aniversario de la segunda desaparición forzada de Jorge Julio López, quien brindó un testimonio fundamental para los juicios por crímenes de lesa humanidad: hace 17 años salió de su casa hacia los Tribunales de La Plata y no lo volvieron a ver nunca más.

El albañil y militante peronista fue una de las tantas víctimas de los grupos de tareas durante la dictadura cívico militar argentina: estuvo desaparecido por cinco meses en diferentes centros clandestinos pertenecientes al “Circuito Camps” desde octubre de 1976 y estuvo preso legalmente dos años más.

Luego de la reapertura de los juicios tras la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, fue llamado a declarar en varias oportunidades: su caso y testimonio fue esencial para condenar a quien fue su torturador, Miguel Etchecolatz. En 2014, el genocida escribió el nombre de Jorge Julio López en un papel mientras era condenado en otro de los tantos juicios que se llevaron adelante por su participación en secuestros, torturas y asesinatos: si sabía algo, se llevó a la tumba el secreto sobre su paradero.

“Hoy, cuando se cumplen 17 años de su segunda desaparición, renovamos el pedido de justicia y decimos: nunca más es nunca más, pero sin López no se puede terminar esta historia”, dijo Rubén López, hijo del albañil, en diálogo con Télam.

“El domingo hicieron 17 años de la última vez que ‘Koqui’, mi mujer, y yo, lo vimos en su casa de Los Hornos. Cargué unos muebles y herramientas, pasamos por la cocina y saludamos a mi vieja, mi hermano y a mi viejo, ‘Tito’. Ese día yo no lo podía acompañar porque tenía que trabajar así que nos tomamos unos mates y nos fuimos sin saber que sería la última vez”, recordó.

Pasaron 17 años y no sabemos nada, no tenemos ninguna información, ni pista certera. Hay sospechas, pero ninguna se puede comprobar. No hay testigos que nos digan nada. Y ahí está la situación de impunidad en la que se basa la desaparición forzada de personas“, remató.

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