A fines de la semana pasada, la jueza María Servini decidió que el método mixto de boleta papel y boleta electrónica no se utilizará en las elecciones generales de octubre en la Ciudad de Buenos Aires: “Volver a someter a la ciudadanía a las mismas condiciones que padecieron para sufragar el 13 de agosto constituiría una burla”, advirtió.
En este contexto, es ahora el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien deberá decidir qué sistema de votación van a utilizar en las elecciones: si los cargos porteños van pegados a los nacionales en la misma boleta, si van en dos boletas distintas o si, en otro día, se insiste con las máquinas que ya fallaron.
Según indicó la magistrada federal con competencia electoral, lo indicado debería ser que se vuelva a la modalidad de cuarto oscuro como el que siempre existió y que, adentro, el ciudadano tenga dos tipos de boletas, únicamente de papel. Por un lado, las de cargos nacionales y, por otro lado, las de cargos porteños.
Allí, el ciudadano entrará al cuarto oscuro con único sobre y pondrá adentro una boleta de cargos nacionales y una de cargos porteños. Volverá a la mesa en la que habrá una única urna y, una vez terminados los comicios, se contarán los votos de manera tradicional.