El Ministerio de Salud de la Nación informó en las últimas horas que, hasta la semana epidemiológica 17 de 2023 (es decir hasta el 29 de abril), se notificaron en el país 84.433 casos de dengue, de los cuales 78.725 adquirieron la infección en Argentina.

En este marco, el último Boletín Epidemiológico Nacional informó que en el mismo período hubo 56 fallecimientos por la enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti: un récord histórico para el país.

Las noticias, más allá de esto, no son malas en lo que respecta al panorama epidemiológico, según la cartera sanitaria: “Por tercera semana consecutiva se registraron menos casos que en el pico ocurrido en la semana epidemiológica 13 (entre el 27 de marzo y el 2 de abril). En el mismo sentido, 15 de las 16 jurisdicciones con transmisión de dengue llevan al menos dos semanas con descenso de casos”.

Vale la pena recordar que la circulación de este virus se ha identificado en 16 jurisdicciones correspondientes a cuatro regiones: Región Centro (Buenos Aires; Ciudad Autónoma de Buenos Aires –C.A.B.A.-; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe); región NEA (Corrientes; Formosa; Chaco), región NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero; Tucumán) y Región Cuyo (San Luis y Mendoza).

📌 EL DENGUE ES UNA ENFERMEDAD VIRAL TRANSMITIDA POR LA PICADURA DEL MOSQUITO DEL GÉNERO AEDES, PRINCIPALMENTE POR AEDES AEGYPTI.

Los síntomas de dengue son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes signos:

  • Dolor detrás de los ojos
  • Dolor de cabeza
  • Dolor muscular y de articulaciones
  • Náuseas y vómitos
  • Cansancio intenso
  • Aparición de manchas en la piel y picazón
  • Sangrado de nariz y encías.

“Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es muy importante realizar una consulta médica de manera temprana, no automedicarse y evitar la picadura de mosquitos para evitar que el vector se contamine con nuestra sangre y siga transmitiendo el virus”, consignaron las autoridades sanitarias.

¿Y cómo se previene?

La medida principal es eliminar los reservorios con agua estancada, clara y a la sombra donde puede haber huevos, larvas y mosquitos adultos. Esos reservorios pueden estar dentro de las casas, en los patios, los balcones y los jardines. La fumigación sólo mata algunos mosquitos adultos y no afecta a las larvas y a otros adultos que se siguen reproduciendo.

Para la prevención personal, hay que usar repelente y renovarlo cada 3 horas cuando se encuentra al aire libre al atardecer. En las habitaciones de las casas, hay que usar espirales o tabletas repelentes en las habitaciones al atardecer, y colocar tules en cunas y cochecitos.

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