El brote de dengue se convirtió en una verdadera preocupación epidemiológica en la Argentina: hasta el momento, el país registra la cifra récord de 48 muertos y más de 67.000 casos por la enfermedad viral trasmitida por el mosquito Aedes aegypti.
El panorama es aún más desolador si se lo mira en perspectiva: la situación actual ubica nada más y nada menos al 2023 como el año récord de fallecimientos por dengue de la historia argentina. El peor había ocurrido en 2020, cuando se habían reportado 26 fallecidos.
Las muertes ocurrieron en nueve jurisdicciones: Salta (10), Tucumán (9), Jujuy (8), Santa Fe (8), Santiago del Estero (4), Córdoba (2), Ciudad de Buenos Aires (3), Buenos Aires (2), Entre Ríos (1) y Corrientes (1).
Según el último Boletín Epidemiológico Nacional emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, ya se registra circulación viral en 15 jurisdicciones: “Todas las jurisdicciones de la región Centro (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe); de la región NOA (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán); y de la NEA, “excepto Misiones (Chaco, Corrientes y Formosa) y la provincia de San Luis, en la región Cuyo”.
¿La única buena noticia dentro de este panorama? Tanto la titular de la cartera sanitaria nacional, Carla Vizzotti, como su par porteño, Fernán Quirós, coincidieron en declaraciones a la prensa que los casos parecen estar “amesetandose”.
❗️ El DENGUE ES UNA ENFERMEDAD VIRAL TRANSMITIDA POR LA PICADURA DEL MOSQUITO DEL GÉNERO AEDES, PRINCIPALMENTE POR AEDES AEGYPTI.
Los síntomas de dengue son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes signos:
- Dolor detrás de los ojos
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular y de articulaciones
- Náuseas y vómitos
- Cansancio intenso
- Aparición de manchas en la piel y picazón
- Sangrado de nariz y encías.
“Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es muy importante realizar una consulta médica de manera temprana, no automedicarse y evitar la picadura de mosquitos para evitar que el vector se contamine con nuestra sangre y siga transmitiendo el virus”, consignaron las autoridades sanitarias.
¿Y cómo se previene?
La medida principal es eliminar los reservorios con agua estancada, clara y a la sombra donde puede haber huevos, larvas y mosquitos adultos. Esos reservorios pueden estar dentro de las casas, en los patios, los balcones y los jardines. La fumigación sólo mata algunos mosquitos adultos y no afecta a las larvas y a otros adultos que se siguen reproduciendo.
Para la prevención personal, hay que usar repelente y renovarlo cada 3 horas cuando se encuentra al aire libre al atardecer. En las habitaciones de las casas, hay que usar espirales o tabletas repelentes en las habitaciones al atardecer, y colocar tules en cunas y cochecitos.