Carlos Pedro Tadeo Blaquier murió en libertad este último martes a los 95 años a pesar de que fue procesado en 2012 por crímenes de lesa humanidad: jamás llegó a ser juzgado por los secuestros ocurridos en plena dictadura en la zona de influencia de su ingenio, el Ingenio Ledesma, en la Provincia de Jujuy.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación denunció que murió impune como consecuencia del accionar del Poder Judicial y reclamó que se avance en llevar a juicio a Alberto Lemos, el administrador del ingenio durante la dictadura, que también está procesado por los mismos hechos.
“La muerte impune del dueño del Ingenio Ledesma, Carlos Blaquier, deja nuevamente en evidencia la responsabilidad del Poder Judicial en las graves demoras que impidieron que el empresario sea juzgado por crímenes de lesa humanidad”, señaló Horacio Pietragalla Corti, titular de la secretaría, a través de sus redes sociales.
“La Cámara Federal de Casación Penal y la Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvieron un rol central en las dilaciones que paralizaron durante ocho años las causas en su contra por la privación ilegal de la libertad de 23 durante la última dictadura cívico-militar“, explicó luego.
Y subrayó: “La intervención de las máximas autoridades judicial del país provocó un daño irreparable y dejó a las víctimas, a sus familiares y a toda la sociedad sin justicia por la responsabilidad de Blaquier en esos crímenes. Este accionar demuestra una vez más la resistencia del Poder Judicial a avanzar con las causas que investigan la responsabilidad de actores civiles o del poder económicos en el terrorismo de Estado”.