La crisis climática llegó para quedarse y a los fenómenos extraños que vemos en todo el mundo se le suman los que vemos fronteras para adentro: deforestación a tope, altas temperaturas, lluvias cada vez más espaciadas pero feroces cuando se dan e incendios forestales a lo largo y ancho del país.

En las últimas horas, el presidente del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Carlos Bertoni, se refirió a otro de los ítems que preocupan a la población y a los expertos: la sequía.

La situación actual en el Río Paraná es preocupante por el bajo nivel de caudal existente, aunque es sensiblemente mejor que en los dos últimos años. En los últimos meses del año pasado tuvimos una cierta recuperación por algunas lluvias puntuales que se produjeron sobre la cuenca del Río Iguazú, algo que se nota mucho en las cataratas, pero dura pocos días”, explicó el ingeniero en diálogo con Télam Radio.

En términos generales continúa la bajante que comenzó en marzo de 2020. El volumen de agua es poco y eso no hace que la situación en el Paraná cambie. Lo que está pasando ahora, desde fines de diciembre y en lo que estamos transitando de enero, son lluvias muy débiles, algunas se producen en Brasil, pero muy pocas“, prosiguió.

Y remató: “Persiste una tendencia de sequía que por algunas semanas más mantendrá un nivel en bajante en el río Paraná. Se puede pensar que la situación de bajante producida por la sequía, las altas temperaturas y los vientos contribuyen a la generación y la propagación de incendios pero hay pocos que se inician por causas naturales, normalmente se inician por acciones del ser humano”.

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