Con expresiones de dolor y tristeza pero también de alegría y de lucha, este último jueves en la Plaza de Mayo se multiplicaron los mensajes a Hebe de Bonafini en la tradición “ronda” de las Madres de Plaza de Mayo.
La número 2.328 se convirtió, sin dudas, en una muy especial al ser la primera sin su presidenta, quien falleció el domingo a los 93 años y fue recordada por sus pares, organizaciones sociales y sindicales y organismos de derechos humanos.
Sus cenizas se depositaron en el lugar que transitó cada jueves durante las últimas décadas y el mismo lugar en el que descansan las cenizas de Azucena Villaflor después de que sus restos fueran encontrados y muchas otras miembros de la asociación.
“Esta es seguramente la marcha más difícil para nosotros, el jueves que nunca quisimos que llegara. Es difícil, claro que sí, pero si las Madres pudieron volver a esta plaza después del 10 de diciembre de 1977, cuando entre el 8 y el 9 secuestraron a sus tres compañeras Madres, Esther Ballestrino de Careaga, Mary Ponce de Bianco y Azucena Villaflor, y Hebe fue la encargada de buscar a una por una para que vuelvan el jueves siguiente; si ellas pudieron entonces, nosotros vamos a poder seguir viniendo“, señaló al tomar la palabra en el emotivo acto el histórico militante de Madres de Plaza de Mayo, Demetrio Iramain.
📸 Los restos de Hebe de Bonafini descansan en la Pirámide de Mayo