A pesar del entusiasmo y la presión de las distintas organizaciones ambientales y los cientos de pueblos y ciudades a lo largo y ancho del país que sufren los efectos de la destrucción crónica del medioambiente, quedó para un próximo capítulo la resolución del dictamen del proyecto de ley de presupuestos mínimos de protección de los humedales.
Este último jueves, después de tres horas y media donde cada uno de los 10 proyectos popularmente engoblados bajo la figura de “Ley de Huemdales” fue presentado, los diputados intentaron avanzar en acuerdos comunes pero no hubo luz verde: habrá que esperar una semana para conocer el resultado final de una discusión que lleva por lo menos una década intentando llegar al recinto de la Cámara de Diputados.
Desde el Frente de Todos indicaron que tienen tres proyectos para la protección de los humedales pero no lograron articular con el titular de la Comisión de Agricultura, en manos del diputado opositor Ricardo Buryaile. En esta línea, indicaron que el cuarto intermedio al que arribaron en el plenario intenta llegar a unificar todos los textos.
Desde Juntos por el Cambio, mientras tanto, deslizaron que la decisión de posponer una semana el dictamen tiene como fin “armonizar” las diferencias internas que existen en torno a la protección de los humedales.
En diálogo con distintos medios, Enrique Viale explicó los alcances y las limitaciones de lo que empezó a discutirse (una vez más) en los pasillos legislativos: “Es una ley que tiene un inventario nacional, criterios básicos que ya forman parte de nuestra regulación. La ley que salga tiene que ser la ley mejor después de tanto debate. Lo que pide la ley es que tengamos un uso responsable de los mismos para que puedan seguir manteniendo sus funciones vitales, el problema es que las grandes corporaciones están acostumbradas a no tener ningún tipo de regulación y no la aceptan“.
“La ley no prohíbe hacer barrios cerrados, sino que llama a hacer estudios previos. Hay muchos acostumbrados a la ley del más fuerte. Estamos en un punto de inflexión dónde el humo y los incendios hacen que estemos mirando al Congreso, a ver a qué responden“, agregó con dureza el abogado ambientalista.
“Atrás del fuego están los Paladini, campos que se queman en la misma época del año. Frigerio también tiene negocios inmobiliarios y se opone a la ley. De Angelis también. Hay un montón de nombres, las corporaciones mineras e inmobiliarias“, concluyó.