El impacto del cambio climático está lejos de ser algo lejano tal como alegan los negacionistas: está acá, ahora y afecta la salud de millones y millones de personas a lo largo y ancho del mundo.
La Argentina, por supuesto, no es la excepción y Rosario se convirtió esta semana en un claro ejemplo de ello: luego de varios días irrespirables por el humo y las cenizas provocados por los incendios forestales en las islas del Delta del Río Paraná, recién hoy los rosarinos y rosarinas tuvieron algo de tregua por el viento que sopló de norte a sur.
Según informaron medios locales, las consultas en las guardias de los hospitales públicos y las clínicas privadas aumentaron considerablemente desde que comenzaron las quemas y se agudizaron en los últimos días.
“Este último año y particularmente en las últimas semanas se ve en nuestras curvas un incremento de consultas de entre 15% y 25%”, explicó el secretario de Salud Pública comunal, Leonardo Caruana. Y agregó: “Las patologías relacionadas con la afectación por el humo más comunes son faringitis, conjuntivitis, espasmos bronquiales, además hay mayores descompensaciones en casos de asma bronquial“.
Por último, la ministra de salud provincial, Sonia Martorano, comunicó que aspirar el humo de las quemas es tan nocivo como fumar tabaco permanentemente por lo que pidió usar barbijo al aire libre: “No solo es el humo, sino que estamos teniendo cenizas. Realmente afecta la salud. Es como estar fumando las 24 horas del día“.