La situación se había vuelto complicada en las últimas semanas luego de que tras la decisión del gobierno porteño de quedarse a cargo del servicio de acarreos arrancara la pulseada con el sindicato de Camioneros para ver qué sucedería con los trabajadores de las grúas.

Finalmente, la administración de Horacio Rodríguez Larreta llegó a un acuerdo para que los 350 empleados pasen temporariamente a SBASE hasta que se adjudique el servicio, respetando los convenios laborales. El mismo prevé también que AUSA tome la operación de las playas de acarreo.
 

El servicio pasará a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires desde mediados de mes hasta que sea aprobada la nueva licitación: por el momento se está realizando un inventario para determinar el estado de los bienes de Dakota y BRD. Vale la pena recordar que la concesión del acarreo en el distrito porteño estuvo hasta ahora en manos de Dakota SRL y BRD Sociedad Anónima, Industrial, Comercial, Financiera e Inmobiliaria (SAICFI), dos empresas que operan el negocio con el contrato vencido desde hace 21 años.

Como si esto fuera poco, las compañías -que están a cargo de los acarreos desde 1990- le pagaban al gobierno porteño un canon mensual de sólo $55.000 cada una para operar el servicio ya que el monto está congelado desde el 2014, según información a la que accedió el portal InfobaeY ni siquiera presentaron balances ante la Inspección General de Justicia (IGJ) en los últimos 4 años.

El principio del fin del “negocio de las grúas” lo dio el “Frente de Todos” cuando presentó un proyecto en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para “suspender la concesión del servicio de acarreo de vehículos” y el resto de los bloques, salvo el oficialismo, se mostró de acuerdo en avanzar por ese camino. El golpe definitivo lo dio Elisa Carrió al comunicar públicamente que la Coalición Cívica estaba dispuesta a terminar con ese “negocio leonino”: con sus cuatro diputados la balanza se podía inclinar en el recinto legislativo.

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