El fin de semana tenso que se vivió en el barrio porteño de Recoleta y los ya crónicos discursos de odio que circularon toda la semana por redes sociales y los principales medios de comunicación tuvieron su efecto más palpable este últimos jueves por la noche.
Pasadas las 21, cuando Cristina Fernández de Kirchner se disponía a ingresar a su casa ubicada en la intersección de las calles Juncal y Uruguay, un hombre se le acercó y le gatilló dos veces a escasos diez centímetros de su cara: la bala nunca salió y, por suerte, la vicepresidenta no sufrió ningún tipo de herida o lesión.
El atacante, un hombre de nacionalidad brasileña de 35 años identificado como Fernando Anrés Sabag Montiel, fue reducido y detenido inmediatamente: según fuentes de la investigación, tenía cinco balas en el cargador.
Durante la madrugada, la Policía Federal ingresó al viejo domicilio del Montiel en Villa del Parque, sobre la calle Terrada, donde vivía con sus padres años atrás y que hoy alquilaba a inquilinos. Sin embargo, faltaba su dirección actual. Un vecino aportó el dato que faltaba para conducirlos a su monoambiente de la zona de San Martín, en el conurbano bonaerense. Allí los efectivos encontraron cien balas de nueve milímetros: estaban en dos cajas de 50 balas cada una.