La dirigente de la Coalición Cívica advirtió en las últimas horas sobre la “gravedad institucional” que suponen, para ella, las declaraciones de Alberto Fernández sobre los fiscales Alberto Nisman y Diego Luciani, especialmente luego del pedido de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la “Causa Vialidad”.
“Estamos en una situación sumamente delicada, donde tenemos que prevenir que suceda algo grave con la familia de los fiscales y de todos incluidos. No se equivoquen, no solo se trata de los fiscales, es una amenaza a los jueces y también hijos”, aseveró Elisa Carrió en diálogo con la prensa.
“Decir que alguien se puede suicidar es la amenaza de los servicios de inteligencia. El presidente miente a sabiendas, lo que está diciendo es: ‘Espero que no aparezca suicidado’. Si Alberto Fernández es el presidente y no sabe que está acreditado el asesinato de Nisman, o tiene un problema psiquiátrico, o es mala fe y es una amenaza velada“, prosiguió.
Y agregó: “El presidente se ha puesto en un estado peligrosísimo. Estamos defendiendo el orden democrático que hasta ahora era Cristina Kirchner quién lo amenazaba, ahora es el presidente. Y si estaba al lado y lo asesoró Aníbal Fernández, es un mensaje mafioso“
En esta línea, la ex diputada nacional le reclamó a la Corte Suprema de Justicia que refuerce la custodia de los magistrados que instruyen en la causa pero por “fuera de la jurisdicción federal“, es decir, por fuera del Ministerio de Seguridad de la Nación.
“Durante el gobierno de Mauricio Macri también tuve amenazas, entonces pedí refuerzos de la Policía Federal. La ministra de seguridad era Patricia Bullrich, que me mandó a la Federal, que se puso a 30 metros para espiarme. Tuve que pedir el relevamiento de esa fuerza. Vivimos en un Estado mafioso“, concluyó.