El humo altamente contaminante llegó este último martes a la Ciudad de Buenos Aires y barrios del conurbano bonaerense luego de azotar a Rosario y a distintas localidades de la Provincia de Santa Fé y la Provincia de Entre Ríos durante los últimos días: recién ahí la quema de humedales cobró relevancia a nivel nacional en tanto noticia.
La Universidad Nacional de Rosario (UNR) estima que los incendios ya afectaron a más de 10.000 hectáreas y que, además de la quema de vegetación, la fauna nativa también corre la misma suerte, añadiéndole una cuota más de dramatismo a la situación.
La principal hipótesis de los investigadores es que hay una intencionalidad detrás del fuego pero, al menos por el momento, las pistas no conducen a ningún lugar certero: recién en las últimas horas cuatro personas fueron detenidas y acusadas de intentar prender fuego la zona y provocar al menos algunos de los focos ígneos.
Tres de ellos declararon ante las autoridades judiciales: son un hombre de 54 años y sus hijos de 22 y 18 años, residentes de la localidad de Villa Constitución y que trabajan como apicultores. Fueron detenidos el domingo en la isla “Del Holandés” a la altura de Arroyo Seco. El fiscal federal de Victoria, Claudio Kishimoto, detalló que se deberán esperar diez días hábiles para que el juez resuelva la situación de los imputados. La familia de los detenidos, por su parte, alegó que los tres hombres “estaban haciendo un contrafuego para salvar las colmenas“.
Mientras que este martes un cuarto sospechoso fue encarcelado debido a que habría sido el autor de uno de los focos de incendio: el fiscal de la causa remarcó que se trata de un hombre que fue detenido por el Grupo Albatros mientras estaba iniciando otro foco. Por tal motivo, sostuvo que “ese es otro hecho distinto y se analizará como tal”.