El Ministerio de Salud de la Nación informó en las últimas horas que detectó un caso sospechoso de viruela de mono en la Argentina: según el comunicado que se difundió a la prensa, la situación se presentó en la Ciudad de Buenos Aires en un paciente residente de la Provincia de Buenos Aires, quien ya se encuentra aislado, con “buen estado en general” y recibe “tratamiento sintomático”.
La persona involucrada mantuvo una estadía por España sobre finales de abril y principios de mayo y recién en su regreso evidenció “póstulas en distintas partes del cuerpo y fiebre”: para confirmar el diagnóstico, la cartera sanitaria informó que se realizó una toma de muestra que fue enviada al Laboratorio Nacional de Referencia INEI- ANLIS Dr. Carlos G. Malbrán con el objetivo de realizar un análisis etiológico.
La cartera sanitaria indicó que desde la notificación a nivel internacional de los primeros casos de esta enfermedad en países no endémicos, se instauró un equipo de trabajo “con el objetivo iniciar la vigilancia del nuevo evento y generar las recomendaciones específicas para los equipos de salud y la población”.
Hasta el momento, la viruela del mono se está transmitiendo entre la población sin que los expertos hayan podido establecer un vínculo directo con los países donde este virus es considerado endémico, es decir, en algunas partes de África donde puede ser transmitido “por contacto con animales, lesiones en la piel o fluidos de una persona infectada”. Las personas con más riesgo de contagio son aquellas que tienen contacto físico con alguien infectado y que presente síntomas.
Al respecto, el ministerio que conduce Carla Vizzotti aclaró: “La transmisión entre parejas sexuales, debido al contacto íntimo durante las relaciones sexuales con lesiones cutáneas infecciosas, parece ser el modo probable de transmisión. Dada la frecuencia inusualmente alta de transmisión de persona a persona observada en este evento, y la transmisión comunitaria probable sin antecedentes de viajes a áreas endémicas, la probabilidad de una mayor propagación del virus a través del contacto cercano, por ejemplo, durante las actividades sexuales, se considera alto. La probabilidad de transmisión entre individuos sin contacto cercano se considera baja“.
Vale la pena remarcar que la inmunidad frente a esta enfermedad es muy escasa entre la población joven en vista de que la población por debajo de los 40 o 50 años no ha recibido la vacuna contra la viruela y el virus no ha estado presente en países no endémicos: niños chicos, mujeres embarazadas e inmunosuprimidos son los que más riesgo tienen al contraerla.
Las recomendaciones del Ministerio de Salud:
– Toda persona que presente síntomas compatibles (en especial erupciones) y antecedentes de viaje a zonas donde está habiendo casos y/o supone alguna exposición de riesgo con casos sospechosos, probables o confirmados: aislamiento social (no concurrir a escuela, trabajo, eventos sociales, etc), implementar medidas de protección respiratoria (uso adecuado de barbijo, ambientes ventilados y distancia de las otras personas) y realizar la consulta con el sistema de salud de forma inmediata.
– Contacto estrecho con personas infectadas: se considera a aquellos que estuvieron en contacto sin protección respiratoria (particularmente relevante para los trabajadores de la salud); físico directo, incluido el contacto sexual; y con materiales contaminados como ropa o ropa de cama.
– Contacto estrecho de riesgo con caso sospechoso o confirmado de viruela símica en el período infeccioso (inicio de síntomas hasta la caída todas las costras): controlar la temperatura dos veces al día. Mientras sea asintomático se puede continuar con las actividades diarias de rutina, aunque en zonas cercanas al domicilio mientras dure la vigilancia; realizar seguimiento clínico-sanitario estricto durante 21 días desde el último contacto.
– En caso de desarrollar erupción: se debe aislar y evaluar como caso sospechoso. Se debe recolectar una muestra para análisis de laboratorio para detectar viruela símica. No se puede donar sangre, células, tejidos, órganos, leche materna o semen mientras estén bajo vigilancia de síntomas. Y en caso de niños en edad preescolar se recomienda evitar que acudan a guarderías u otros entornos grupales.