La pandemia volvió a arremeter con fuerza a la población argentina justo cuando asomaba el verano y con las fiestas de fin de año como catalizador de contagios: de la mano de la variante ómicron y el relajamiento de los cuidados, varios distritos empezaron a romper sus propios récords de casos detectados.
Una de las maneras de combatir los efectos del coronavirus es, sin lugar a dudas, la vacunación. Y, en ese sentido, los últimos datos vertidos por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires son ineludibles: el 82% de los internados en las unidades de terapia intensiva bonaerenses por COVID-19 no están vacunados.
Hasta el 24 de diciembre habían ingresado al sistema de salud 224 enfermos en cuidados intensivos: de ese total, 184 no se habían aplicado ninguna dosis de vacuna y 40 estaban inmunizados, aunque de ellos dos con la primera dosis y 38 con las dos aplicaciones. Si incluso se resta a los pacientes vacunados pero con enfermedades de base preexistentes, la cifra de los internados con doble vacunación se reduce a la mitad.
“Es fundamental recibir todos los refuerzos previstos ya que las personas vacunadas tienen menos riesgo de internación y contagio“, aseveró Nicolás Kreplak, ministro de salud bonaerense, al respecto.
“Hay que vacunarse y retomar las medidas de cuidado para evitar restricciones más fuertes, que van a depender del comportamiento de las personas y del avance en la vacunación“, remató.