El asesinato del joven de 17 años Lucas González, quien el 17 de noviembre salía de entrenar del club Barracas Central y fue interceptado por policías de civil que balearon el vehículo en el que viajaba junto a tres amigos, sigue arrojando novedades judiciales.
En las últimas horas, la Fiscalía solicitó la detención de ocho nuevos efectivos, a quienes se les atribuye “haber hecho insertar datos falsos en las actuaciones labradas” por la Policía Federal Argentina: se trata de un comisario inspector, un comisario, un subcomisario, dos principales, un oficial mayor, un oficial primero y un oficial. Incluso el propio fiscal Leonel Gómez Barbella exigió la ampliación de indagatoria para los policías ya detenidos por “encubrimiento agravado, privaciones de la libertad agravadas y falsedades ideológicas”.
Hasta el momento en la causa hay 17 efectivos policiales involucrados, tres de ellos partícipes materiales del hecho, quienes dispararon contra la Volkswagen Suran en la que viajaban los jóvenes – Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, procesados con prisión preventiva.
Según lo que pudo reconstruirse provisoriamente en la investigación, los policías mantuvieron esposados boca abajo durante varias horas a los amigos de Lucas mientras los increpaban llamándolos “faloperos” y “villeritos”, les plantaron un arma de juguete detrás del asiento donde viajaba el joven asesinado y demoraron varias horas en avisar a la justicia del hecho para aceitar una nueva versión que no los inculpara.