A pesar de que María Eugenia Vidal hizo campaña pregonando contra los impuestos, la administración de Horacio Rodríguez Larreta confirmó que, lejos de darle un respiro a los porteños y porteñas el próximo año, acorralarán un poco más al poder adquisitivo de los vecinos del distrito.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) presentó este último miércoles el “Presupuesto 2022” ante la Legislatura: aunque no está previsto que se creen nuevos impuestos, los aumentos de los existentes serán considerables.
El proyecto presentado por el oficialismo informa, entre otras cosas, que el ABL se ajustará de acuerdo con la inflación, mientras que las patentes subirán de acuerdo al valor del auto en el mercado: las autoridades estiman recaudar por el primero unos $56.646,8 millones de pesos, el 6,7% del total de los ingresos tributarios para el 2022; mientras que piensan recaudar $38.458,8 millones mediante el impuesto automotor, lo que representa el 4,6% del total de los ingresos tributarios para el próximo año.
Por último, el gobierno porteño decidió mantener el “Impuesto de Sellos” para las compras con tarjeta de crédito establecido el año pasado con el argumento de que así compensaba la quita de fondos de coparticipación: se trata nada más y nada menos que de una alícuota del 1,2% que se aplica sobre los consumos de los titulares de tarjetas de crédito radicadas en la Ciudad de Buenos Aires.