Si bien la efectividad de las vacunas es indiscutible y es la gran herramienta para derrotar y ponerle fin a la pandemia de coronavirus, los expertos sanitarios sostienen que contar con un tratamiento efectivo para aquellos que contraen la enfermedad podría significar el verdadero punto de quiebre en materia de salud pública.
A menos de dos días de que el laboratorio Merck anunciara que su pastilla Molnupiravir era un 50% efectiva para reducir muertes y hospitalizaciones, el laboratorio Pfizer hizo lo propio con su píldora experimental: Paxlovid.
Según el comunicado emitido a la prensa, el tratamiento con pastillas “redujo el riesgo de hospitalización o muerte en los cuadros leves y moderados en un 89%”. Estos números alentadores se basan “en los resultados de los estudios de Fase II/III en 1.219 pacientes que ya habían contraído SARS-CoV-2”. Vale la pena aclarar que los mismos todavía no se han publicado en una revista científica.
La compañía norteamericana indicó además que planea solicitar a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que autorice el uso del fármaco este mes, para así poder iniciar la distribución de dosis este año si los reguladores aprueban.
Por último, aclararon que el fármaco es eficaz contra las distintas variantes del coronavirus que se conocen: solo el 0,8% de las personas que comenzaron el tratamiento dentro de los tres días posteriores a la enfermedad fueron hospitalizadas y nadie murió, mientras que el 7% de los pacientes que recibieron un placebo en esa ventana fueron internadas o fallecieron más tarde.