A pesar de que la Argentina está lejos de ser uno de los países más innovadores en cuanto a sustentabilidad y protección del medioambiente, con una “Ley de Humedales” a punto de quedar cajoneada y el modelo de producción extractivista jalonando la economía, el presidente Alberto Fernández sostuvo en su exposición final en la Cumbre de Líderes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que el país “adopta la política de la lucha contra el cambio climático como una política de Estado”.
El mandatario argentino sentó la postura del país al subrayar que la pandemia de coronavirus desnudó una crisis a nivel planetario que afecta “a la sociedad, la economía y el medio ambiente” y que para hacerle frente faltan “fuentes de financiamiento innovadoras, nuevas reglas e incentivos globales”.
En este sentido, propuso la creación de un Comité Político y técnico sobre financiamiento climático “con participación equitativa de países desarrollados y en desarrollo” que “trace una hoja de ruta sobre cómo movilizar los fondos necesarios teniendo en cuenta las responsabilidades comunes, pero diferenciadas”, el endeudamiento y los problemas estructurales.
Asimismo -y tal como había sucedido en el G20- reiteró que los “Derechos Especiales de Giro” del Fondo Monetario Internacional (FMI) deben utilizarse para hacer “un gran pacto de solidaridad ambiental” que incluya a los países de ingresos bajos y renta media que sirva para extender los plazos de las deudas contraídas y obtener menores tasas: “Hay que cambiar deuda por acción climática”.
📺 La presentación de Alberto Fernández en Glasgow: