A poco de que quede “cajoneada”, con una fuerte oposición en el Congreso de la Nación por parte de la alianza “Juntos por el Cambio” y la resistencia de grandes monopolios, finalmente se aprobó la “Ley de Etiquetado Frontal” en la Argentina.
En diálogo con Página 12, la reconocida cocinera Narda Lepes celebró la iniciativa, subrayó que es un primer paso y marcó el camino sobre lo que debería ser prioridad de acá en más.
💬 Extractos de la entrevista:
“El impacto más importante es en materia de salud pública. No somos líderes en esto. Se hizo hace muchos años en Chile, Perú, Ecuador, México, Uruguay, se aplicó en un montón de lugares. (…) La ley que tenemos está basada en otras leyes de la región. No en normas de Finlandia sino en leyes aplicadas y usadas en nuestra región. Antes de que se implemente la Ley de Etiquetado en México, ese era el país de la región con mayores niveles de consumo de gaseosa per cápita. Hoy nosotros somos 2los primeros”.
“Ninguna medida resuelve por sí sola. Muchas de las enfermedades que sufre la población se derivan de cómo come. Por ejemplo, hay principios de obesidad en niños en un número alarmante. Eso no lo tengo que decir yo, ya lo dicen los médicos. Contar con la información suficiente hoy para que los expertos se puedan sentar, discutir y armar una ley como esta, es verdaderamente un cambio. Si baja el consumo de gaseosa en niños, es bueno. No se trata de prohibir nada“.
“Vos a tu casa podés llevar lo que quieras, simplemente no va a tener un dibujito que incite a consumir; vas a poder elegir más y mejor. ¿Vos sabés que tomar whisky no es beneficioso para la salud? Sí, lo sabés. Entonces, si tomás whisky todos los días es un problema y lo tenés claro. Si tomás whisky de vez en cuando, no pasa nada. Comer panceta frita de vez en cuando no es un problema. Pero vos sabés que no tenés que comer panceta frita todos los días. En cambio, hay cosas que no se saben“.
“La producción de alimentos, la tecnología y la innovación cambiaron mucho en los últimos 30 o 40 años. Muchísimo. La gran mayoría de los alimentos no se produce de la manera en que nosotros creemos. En muchos no tenemos ni noción de cuáles son los procesos que se implementan o los ingredientes que se usan, aun cuando los puedas leer en la etiqueta. Todo esto fue generando una percepción de la alimentación que no se arregla con una ley. Aunque sí se empieza a ordenar”.
“Hay que hacer que lo fresco sea más accesible. Que las rutas estén en buenas condiciones para que los lugares puedan recibir fruta y que no se golpee en el viaje. Hay muchas acciones por realizar, la ley sola no va a solucionar eso. La diferencia entre lo que comen los ricos y lo que comen los pobres no la zanja la Ley de Etiquetado, de ninguna manera. Pero sí ayuda a que todos tengamos la misma información”.