El último 20 de mayo, el presidente Alberto Fernández ordenó una “cuarentena estricta” entre el 22 y el 30 de mayo en los lugares con alerta epidemiológica máxima de todo el país y adelantó que las restricciones seguirían vigentes el 5 y 6 de junio.
Por ello, este fin de semana quedarán suspendidas en la Ciudad de Buenos Aires y la mayor parte de los municipios de la Provincia de Buenos Aires “las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial”.
¿Qué implica esto? Que sólo estarán habilitados para funcionar los comercios esenciales y los comercios con envío a domicilio para “take away”; que sólo se podrá circular en las cercanías del domicilio entre las 6 de la mañana y las 18 o por “razones especialmente autorizadas”.
Los negocios como peluquerías, salones de belleza y otros servicios similares, donde los clientes necesariamente deben ingresar al establecimiento para ser atendidos, permanecerán cerrados y no podrán atender desde la puerta.