Con los casos creciendo, las variantes del coronavirus complicando a muchos países alrededor del mundo y las vacunas llegando al ritmo que la demanda internacional y la producción lo permiten, la Argentina enfrenta un panorama epidemiológico complicado.

Esta es una situación dinámica, peral día de hoy no hay motivo para pensar en una cuarentena estricta ni en un retorno a ‘Fase 1’. En un supuesto caso en el que tuviéramos 50 mil casos por día, seguramente las cosas serían distintas. ¿De qué depende que los tengamos? De lo que hagamos todos del Presidente para abajo“, aseveró Pedro Cahn, infectólogo y miembro del comité de expertos que asesora al gobierno nacional, ante la prensa.

El problema no son las actividades formales, sino las informales. No es la fábrica, el comercio, la escuela. El problema son las actividades sociales que se hacen alrededor. Si somos capaces de respetar protocolos también allí y de no juntarnos donde no tenemos que juntarnos, la posibilidad de llegar a una situación de cierre es mucho más lejana”, subrayó el especialista. 

Sobre las nuevas variantes, explicó: “Tenemos que estar muy alertas con esto porque, si dejamos que circulen libremente, lo que vamos a tener es circulación comunitaria de las variantes, entonces puede llegar a afectar eventualmente hasta a la efectividad de las vacunas“.

“Hay que tener en cuenta que las medidas que se han tomado en las fronteras tienden a reducir la posibilidad de que esas variantes ingresen, pero todos tenemos que tener nuestra propia conducta, independientemente de lo que pase con las fronteras. Porque en la medida que el virus circule aún en su forma salvaje, en la cepa original de Wuhan, si dejamos que haya mucha multiplicación del virus, porque bajamos la guardia y creemos que porque estamos vacunando ya no nos tenemos que cuidar, corremos el riesgo de generar variantes locales“, agregó.

Y concluyó: “Tenemos que entender que la vacunación es un paso extraordinariamente importante y sin vacunación no se va a resolver el problema, pero que la vacunación sola no alcanza. Necesitamos volver a esa responsabilidad individual de cada uno de nosotros, que nos permitió transitar el año 2020 de una manera tal que ningún argentino se quedó sin un tubo de oxígeno. Ahora tenemos que transitar el 2021 para ganar la carrera y llegar a vacunar a la mayor cantidad de gente de la población susceptible“.

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