A pesar de la controversia y la polémica que generó en la previa, la vuelta a la clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires quedó poco a poco corrida del foco en los principales medios: a casi un mes del regreso a las aulas, el balance que hacen los gremios docentes no es muy positivo.
En las últimas horas, Angélica Graciano, secretaria general de UTE-CTERA en el distrito porteño, aseguró que entre docentes y no docentes hay aproximadamente 300 positivos de COVID-19: “Es mucho para las condiciones en que están los establecimientos”.
“Todos los días tenemos relatos de personas aisladas y cuando son niños pequeños la situación genera más angustia“, describió en torno a lo que se vive cada semana dentro de la comunidad educativa.
“Los insumos para sanitizar llegan a cuentagotas. Muchas veces los tienen que suministrar las propias cooperadoras o los docentes con sus recursos“, advirtió luego.
Y remató: “Todo tiene que ver con la improvisación para hacer algo a las apuradas. Se podría haber hecho de modo escalonado, con turnos bien organizados”.