A pesar de que la pandemia ya golpea a la Argentina desde hace más de siete meses, las autoridades nacionales y provinciales no parecen haber previsto los contratiempos que implica para el transporte público la flexibilización de las restricciones a la movilidad.

En las últimas horas, desde el Ministerio de Transporte de la Nación que encabeza Mario Meoni le trasladaron la preocupación a la Casa Rosada: el combo del relajamiento de la cuarentena y un aumento sustancial de pasajeros en el fin de semana en el AMBA puede traer aparejado un incremento en los contagios por COVID-19.

Según dejaron trascender a la prensa, la idea es “atacar” el problema desde varios frentes. Por un lado, intimaron a las diferentes empresas de colectivos para que haya una atención plena de los servicios de transporte, sobre todo en los horarios pico.

Por el otro, reforzarán los operativos de control en los rodados, especialmente en territorio porteño, donde la administración de Horacio Rodríguez Larreta le dio luz verde a la “vuelta progresiva” a la presencialidad en las escuelas.

Por último, los funcionarios están trabajando en “un agregado de protocolo” junto con Ministerio de Salud de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires para que “se puedan incorporar de a 5 o 7 pasajeros parados por unidad”.

Vale la pena recordar que octubre fue el mes con mayor cantidad de pasajeros en el AMBA en el transporte público: el promedio del mes pasado fue de 809.954 pasajeros mientras que en septiembre hubo 653.193.

🚌 El transporte público puede ser utilizado únicamente por pasajeros y pasajeras esenciales que cuenten con Certificado Único Habilitante para la Circulación, DNI, SUBE y tapaboca obligatorio

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