El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se encuentra en la fase de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) desde este lunes y, en consonancia con ello, la administración de Horacio Rodríguez Larreta decidió pisar el acelerador para que los chicos vuelvan de alguna forma a las escuelas, a pesar del rechazo docente y de la desconfianza de muchas familias.
Tras detallar las nuevas flexibilizaciones en el distrito, las autoridades aclararon que los pasos que están dando en estas horas no implican un retorno total de las clases, sino que cada escuela va a organizar una “vuelta progresiva” a la presencialidad de acuerdo a las condiciones en que se encuentren: deberán presentar sus “propuestas de revinculación” y, en caso de ser aprobadas, ahí empezar a realizarlas.
📢 A pesar de que impulsa la “vuelta progresiva” a la presencialidad en las escuelas, el gobierno porteño debió salir a aclarar que la obligatoriedad de concurrencia corre para el ciclo lectivo del 2021 ➡️ https://t.co/bXeYlqF0oM pic.twitter.com/OQX5NhwBZx
— 🗞 Diario BA (@diariodeBA) November 9, 2020
En las últimas horas, el gobierno porteño aseguró que “el 80% de las familias” contactadas aceptaron participar de estas actividades en medio de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, los gremios docentes UTE y Ademys lo desmienten.
“Nuestro relevamiento dice que solamente asistió el 2% de los chicos convocados. Incluso en escuelas que son más cercanas a esta política aperturista, la asistencia no ha llegado ni a la tercera parte de su población“, confirmó Eduardo López, titular de UTE, según consigna Página 12.
“Lo que sucedió este lunes no es para nada distinto a lo que viene pasando desde marzo, ya que los maestros siguen enseñando a distancia en contexto de pandemia, los 6.500 chicos que no tienen recursos siguen sin recibir dispositivos y son pocas las escuelas, con todavía menos alumnos, que aceptaron la ‘apertura’ que anunciaron el viernes“, remató.