Luego de la movilización de la semana pasada que terminó con represión policial y heridos, enfermeros y enfermeras de los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires decidieron convocar a un paro para el 1º de octubre.
“Nunca estuvimos tan presionadas y agotadas como bajo el COVID-19“, afirmó Carolina Cáceres, e integrante de la Comisión Directiva de la Asociación de Licenciados de Enfermería (ALE) y enfermera del Hospital Tornú.
“El sector salud es primera línea y esencial en serio, por eso ya contamos miles afectados de coronavirus y decenas de fallecidos de enfermería siendo grupo de riesgo. Es decir: muertes evitables si se cumpliera con las licencias para el personal de enfermería. Estos atropellos son recurrentes en CABA y en todo el país”, subrayó.
“La enfermería es el componente mayoritario del equipo de salud. Somos profesionales y, sin embargo, en la ciudad, Larreta y Quirós, en acuerdo con las conducciones de SUTECBA, UPCN y Médicos Municipales, bloquean el ingreso a la carrera con los términos de la Ley N° 6035″, apuntó por su parte Andrea Ramírez, también miembro de la Asociación de Licenciados de Enfermería (ALE) y enfermera del Hospital Ramos Mejía.
“Es un escándalo de discriminación laboral que tiene consecuencias: pluri-empleo, enfermedad, contagios y fallecimientos de compañeros. No lo vamos a permitir. Por eso, el próximo jueves vamos a ser miles en las calles en una lucha que se nacionaliza como en 2018″, concluyó.
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