A pesar de las flexibilizaciones que se dan en territorio porteño y bonaerense, los contagios de COVID-19 continúan a un ritmo alto en el AMBA.
Este último miércoles por la noche falleció por coronavirus la enfermera Virginia Viravica del Hospital General de Agudos Durand, nosocomio ubicado en el barrio porteño de Caballito: es la tercera muerte que se da entre los trabajadores del lugar desde el inicio de la pandemia.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) lamentaron el deceso y responsabilizaron al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la “improvisación, desmanejo, falta de protocolos de atención y absoluta escasez de personal en la emergencia”.
“Era enfermera de geriatría, los trabajadores de la salud están dejando la vida en los hospitales“, aseguró Héctor Ortiz, titular del sindicato, en diálogo con “RePerfilAR”.
??⚕️Los residentes y concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires advierten que la situación en los hospitales es crítica: “Estamos al límite” ➡️ https://t.co/ByURHe2z1E pic.twitter.com/xxRxOnywzx
— ? Diario BA (@diariodeBA) August 19, 2020
“Se contagió mientras cuidaba a sus pacientes. Esta compañera de 60 años que murió se quedaba a hacer horas extras, no se quería ir porque no le alcanzaba el sueldo, hacía horas extras muy mal pagas, $70 la hora. Esta señora tenía diabetes tipo 2 por la edad, pero necesitaba trabajar“, reveló el gremialista.
“Virgina es la tercera compañera muerta en la última semana en el Hospital Durand como consecuencia del multitrabajo, la polifuncionalidad, los dispositivos y protocolos de atención ineficientes, la escasez de elementos de protección personal y la negativa de las autoridades hospitalarias y gubernamentales a conformar un Comité de Crisis en el que necesariamente participen los trabajadores”, subrayó.
“Los trabajadores de la salud son esenciales para la supervivencia de la sociedad y, no obstante los magros salarios, las pésimas condiciones de labor y el desprecio de muchos funcionarios, cumplen sus tareas y el juramento que rige su quehacer cotidiano, aunque para ello es menester continuar con vida”, agregó Ortíz.
Y remató: “En el Hospital Durand hay 1.800 trabajadores, de los cuales 300 se contagiaron de COVID-19 y otras 300 están con licencia por enfermedad o por ser grupo de riesgo. El personal que se incorpora no tiene experiencia y eso también es un peligro, porque no viene personal preparado por tener bajos salarios. Es importante el reconocimiento a la carrera profesional. Necesitamos que el gobierno incorpore personal y que invierta en salud; que en esta emergencia los impuestos de los ciudadanos vayan a los hospitales que es donde más necesitamos. Es terrible lo que estamos viviendo”.
? “El COVID-19 está siendo estragos y parece que nadie toma conciencia de lo que estamos viviendo nosotros los trabajadores de la salud”