A pesar de que los índices de todos los países demostraron que la discusión sobre la elección entre economía y salud en medio de una pandemia carece de sentido, no se pueden negar los estragos que está causando en el plano local a los ya maltrechos bolsillos argentinos.
Tal como se preveía, en las últimas semanas se agudizó la crisis del comercio: según la Federación de Comercio e Industria (FECOBA), la cantidad de locales que debieron bajar definitivamente sus persianas metálicas desde que comenzó la cuarentena a fines de marzo ascendió al 22% en la Ciudad de Buenos Aires.
El porcentaje representa un incremento del 2% respecto al relevamiento anterior y equivale a nada más y nada menos que 24.200 PyMEs.
“El proceso de cierre no se detuvo pese a las perspectivas de reapertura. La imposibilidad de seguir afrontando costos fijos y la incertidumbre en torno a una eventual recuperación generaron la inviabilidad de muchos comercios”, explicó Fabián Castillo, titular de FECOBA, en una reunión de comité de crisis.
“La eventual reapertura comercial de los locales de proximidad puede traer algo de alivio pero nos vamos a encontrar con un mercado tan deprimido que podemos advertir que el cierre definitivo de comercios no se detendrá”, remató.
? ¡LA CRISIS GOLPEA CON FUERZA!