Ramona Medina, referente comunitaria y cara visible del reclamo a las autoridades del gobierno porteño y de AYSA por la falta de agua en la Villa 31 plena pandemia de coronavirus y brote de dengue, falleció este último domingo: pasó varios días internada e intubada luego de contraer el COVID-19 hasta que su cuerpo no aguantó más.
Luego de que varias organizaciones apuntaran directamente contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) por la negligencia con la que trataron el tema, un funcionario salió a dar explicaciones oficiales.
“Ella tenía una cobertura y no estuvo internada en uno de nuestros efectores. Estuvo en un sanatorio privado”, aseguró el subsecretario de Atención Primaria, Gabriel Battistella, en diálogo con Página 12.
? Ramona, la cara visible del reclamo por falta de agua en la Villa 31, murió luego de haber contraído el COVID-19: “No vamos a parar hasta que paguen los responsables” ➡️ https://t.co/Z7nkgadVaw pic.twitter.com/fMSGBs9pDd
— ? Diario BA (@diariodeBA) May 18, 2020
“Ingresó con un cuadro de una neumonía grave, que requirió asistencia respiratoria mecánica. Tenía factores de riesgo importantes: obesidad, asma, diabetes e hipertensión. Lamentablemente, el 99% de las personas que tienen enfermedades banales, con el COVID-19 tienen evoluciones mucho más graves”, explicó luego el funcionario porteño.
Intentando despegar a la administración de Horacio Rodríguez Larreta del deceso, afirmó que la falta de agua en la Villa 31 “complejizó la situación” de la mujer: “Evidentemente forma parte de las medidas básicas para el cuidado es la higiene. No soy especialista en cuestiones de agua, pero sí, hubo un problema de presión de agua que afectó a varias manzanas de barrio y desde la secretaría que trabaja en la urbanización acercaban el agua a través de cisternas”.
“Ella era una referente muy importante de una organización social. Estamos en continuo diálogo con ellos. Y con la familia. Y el sobrino, que quedó en la casa, forma parte del seguimiento”, agregó en torno a la contención de su familia.
Por último, se refirió a la delicada situación que atraviesan las villas y asentamientos porteños: “El crecimiento, lamentablemente, va a ser exponencial, como en toda la ciudad. Vamos entrando en la punta de los casos en la pandemia”.