Desde hace tiempo los expertos indican que los brotes de dengue y sarampión constituyen un grave llamado de atención para la salud pública y que se necesita poner todo el esfuerzo estatal en la prevención y la concientización de la problemática: los efectos de la negligencia y la desinversión ya se pueden ver a comienzos del 2020.

Una mujer de 50 años y un hombre de 73 años fueron las primeras víctimas fatales: ambos eran residentes de la Provincia de Buenos Aires pero se atendían en centros privados de la Ciudad de Buenos Aires, donde fallecieron.

La mujer vivía en La Matanza y hacía varias semanas que estaba internada en una de las sedes porteñas del Cemic derivada por su obra social por una complicación cerebral grave asociada con el virus del sarampión: se trata de lprimera muerte por sarampión en el país desde 1998.

El hombre, por su parte, se convirtió en la primera muerte en el país por el virus que transmite el mosquito Aedes aegypti: vivía en Avellaneda y realizó una consulta en el Hospital Italiano por tener fiebre alta, dolor de cabeza, garganta y tos seca. 48 horas después, falleció.

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