La brusca devaluación tras las PASO y la profundización de la recesión económica sumado a la alta inflación pegaron de lleno en todos los rubros y sectores productivos.
Si bien la suba en los precios de la carne de los últimos meses venía modificando los hábitos de consumo de los argentinos, el proceso parece haberse acelerado.
Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el consumo local de carne vacuna cayó en agosto un 10%.
Esto equivale a 51 kilogramos por habitante en términos anuales en promedio y es el más bajo del que tenga registro la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA): está casi un 20% por debajo de la crisis de 2001/2002.
? Miguel Schiariti, presidente de CICCRA: “La oferta cayó un 30% en el principal mercado ganadero de Liniers en Buenos Aires después de las PASO“