La aplastante victoria de la fórmula encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner dejó tambaleando al gobierno de Mauricio Macri: no sólo ya no tiene la confianza de los ciudadanos sino que tampoco la tiene por parte de los grandes operadores.

En los tres meses previos a las PASO, la administración “cambiemita” decidió congelar el tipo de cambio para tener alguna esperanza en las urnas. A medio camino, trató de impulsar algo el consumo, ató las tarifas pateándolas para fin de año y quemó reservas con la venia del FMI. No funcionó para ganar.

La incertidumbre política y económica que cosechó el macrismo estalló este lunes trasladándose inmediatamente a los precios de los distintos segmentos del mercado de cambios y financieros.

Poco después de las doce del mediodía, y en uno de sus picos, en las sucursales del Banco Nación el dólar se vendía al público a $61, con un incremento de 32%: un rato más tarde bajó a $55. 

En bancos privados, la divisa norteamericana llegó a venderse entre $60 y $65: terminó en $57,30.

? Se trata del salto de precios más abrupto desde el 36% que subió el dólar el 17 de diciembre de 2015, cuando el gobierno de Mauricio Macri levantó los controles de cambio.

? Otro mal manejo económico: lejos de salir a intentar calmar las aguas antes de la apertura de los mercados, el Ministerio de Hacienda y el Banco Central no emitieron ningún mensaje. Reaccionaron recién al mediodía con una abrupta suba de tasas de interés: las llevaron al 74%.

? El MERVAL se derrumba: El índice S&P Merval cayó un 37%, liderado por acciones del sector financiero y energía. Las acciones de las empresas argentinas en Wall Street se desplomaron, por su parte, por encima del 50%.

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