La “nueva” calle Corrientes despertó polémica no sólo por su diseño sino también por la instalación de contenedores “inteligentes” por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA): los mismos sólo se abren con tarjetas magnéticas y no pueden ser abiertos, por ejemplo, por indigentes y cartoneros.
Dejaron a miles de personas sin trabajo.
A los que salen a rebuscársela con la venta ambulante, les mandan la policía.
A los que no tienen más opción que revolver la basura, les ponen contenedores que se abren con tarjeta magnética.
Este gobierno genera violencia e inseguridad. pic.twitter.com/iJlxFvVsmD— Mariano Recalde (@marianorecalde) 15 de abril de 2019
El primero en salir al cruce de las críticas fue Diego Santilli: “El objetivo de los contenedores es tener una ciudad más limpia y que la basura esté adentro del tacho y no dispersa por toda la calle”, aseveró en diálogo radial con “Futurock”.
“No sé si vamos a instalar contenedores inteligentes en toda la ciudad. Lo importante es dividir los contenedores y separar lo que es basura de lo reciclable”, aclaró el vicejefe de gobierno porteño.
Y remató: “El recuperador urbano no saca la moneda del día de esos contenedores. Se la rebusca en los contenedores verdes y en otros barrios”.