La crisis económica ahoga los bolsillos de los consumidores y, en un año electoral, el combo puede explotar en las urnas. Teniendo ello en cuenta, el gobierno de Mauricio Macri sacó a relucir un “Plan B” para dejar contentas a las distribuidoras de gas y “suavizar” el nuevo aumento de la tarifa.
Las autoridades informaron que las facturas de los cuatro meses de invierno llegarán a los usuarios con un “20% de descuento”, monto que será pagado con las facturas de verano a partir del mes de diciembre.
De esta manera, entre mayo y septiembre la factura de gas llegará a las casas de los usuarios con un monto inferior al “real”. La “estrategia”, sin embargo, tiene patas cortas: algunas semanas después de las elecciones, los mismos usuarios deberán desembolsar todo ese dinero sumado a las nuevas facturas que tengan que abonar.
Y, para colmo, el Estado Nacional le pagará a las compañías “los intereses del diferimiento”, por lo que terminarán ganando dinero por partida doble.
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