La recesión económica y la consecuente caída del consumo en los últimos meses fue la excusa utilizada por la empresa mexicana FEMSA, principal embotelladora de la gaseosa en el país, para pedirle al Ministerio de Producción y Trabajo un procedimiento preventivo de crisis (PPC).
¿A qué apuntan? Quieren negociar, conjuntamente con el sindicato, cómo hacer frente a los aproximadamente 80 despidos que “necesita” realizar para “ajustarse” al mercado.
? El gobierno porteño prometió construir una escuela pero terminó siendo un patio cervecero: la obra figura “en ejecución” desde mediados del 2018 ➡️ https://t.co/ik9LIM8NDV pic.twitter.com/HZKcKOpf1K
— Diario BA (@diariodeBA) 19 de febrero de 2019
Este último miércoles se realizó la primera reunión en la que los representantes expusieron la situación de la empresa y recién el viernes se realizará un nuevo encuentro para analizar el camino a seguir. Si la cartera laboral habilita el PPC y las partes no llegan a un “acuerdo”, la compañía -gracias a la “Ley de Empleo- tendrá la posibilidad de echar a los trabajadores con el 50% de la indemnización.
Las reacciones negativas no tardaron en llegar: la rama de gaseosas de la Federación de Camioneros se declararon en estado de “alerta y movilización”.
Oscar Zunzunegui, trabajador de la planta de Pompeya de Coca-Cola Argentina (FEMSA), explicó con claridad el panorama en diálogo con FM “La Patriada”: “Es un chiste que una multinacional como Coca-Cola esté en crisis, aunque hay una caida de las ventas por la política recesiva del país y el precio de las bebidas”.
“Lo que quieren hacer es readecuar su estructura de trabajo, aprovechar el preventivo de crisis para flexibilizar las condiciones de trabajo“, remató.
