El TOF N°1 de San Martín dio a conocer la sentencia contra el ex gerente de manufactura, Pedro Müller; el ex jefe de seguridad, Héctor Sibilla; y el ex militar Santiago Omar Riveros en la que popularmente se conoce con el nombre de #CausaFORD.
La justicia los encontró responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos contra 24 trabajadores de la Ford: la mayoría de ellos eran delegados sindicales y 17 fueron secuestrados dentro de la planta de la empresa en General Pacheco en la Provincia de Buenos Aires.
AHORA: sentencia #CausaFord #JuiciosAGenocidas
Pedro Müller, ex gerente de manufactura: condenado a 10 años.
Héctor Sibilla, ex gerente de seguridad: condenado a 12 años.
Santiago Omar Rivero, ex militar: condenado a 15 años.
LESA HUMANIDAD, DIJO EL JUEZ pic.twitter.com/c7VJhPHWdd— H.I.J.O.S. Capital (@hijos_capital) 11 de diciembre de 2018
“La mayoría fueron secuestrados mientras estaban en la línea de producción. Eran encarados a punta de fusil por militares y paseados por delante de los demás operarios que podían observar qué les ocurría a quienes los representaban gremialmente”, reveló uno de los abogados querellantes.
El pedido de las querellas y la fiscalía había sido de 25 años de prisión para todos los acusados; sin embargo, Pedro Müller fue condenado a 10 años, Héctor Sibilla a 12 años y Santiago Omar Riveros a 15 años. Cuando el fallo esté firme, irán a cárcel común.
? Estela de Carlotto: “Nunca imaginamos que el agravio a los derechos humanos iba a ser tan grave” ➡️ https://t.co/nayN8C2JnA pic.twitter.com/0zRjoH4fTe
— Diario BA (@diariodeBA) 10 de diciembre de 2018
Vale la pena subrayar que es la primera vez que directivos de una multinacional fueron juzgados por la implicancia directa de la empresa en los secuestros y las torturas sufridas por sus trabajadores durante la dictadura cívico militar.
Durante el juicio se probó como, en conjunto con las autoridades militares, “se armaron las listas de los que debían ser levantados, entregaron fichas laborales sus fotografías a los represores y les dieron vía libre para moverse dentro de la fábrica” e, incluso, se “aportó camionetas con las que esos trabajadores fueron secuestrados”.
