Después de tres semanas de bloqueos, manifestaciones y enfrentamientos con la policía, el gobierno francés anunció este martes la suspensión durante seis meses de la subida de las tasas al combustible, así como de la luz y el gas, previstos para enero.

Decenas de miles de franceses han expresado su cólera“, reconoció el primer ministro Édouard Philippe en una declaración televisada.

Tras confirmar que los impuestos no se aplicarán, en principio hasta mitad de 2019, señaló: “Ninguna tasa merece poner en peligro la unidad de la nación. Vamos a abrir un gran debate desde el 15 de diciembre hasta el 1 de marzo”.

Con esta decisión, el presidente Emmanuel Macron dio marcha atrás en la medida que desencadenó las furibundas protestas de los “chalecos amarillos”, abriendo una nueva incógnita: ¿Alcanzará un simple aplazamiento para frenar el gran malestar que atraviesa a distintos sectores de la sociedad francesa?

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