La desidia, la falta de empatía y escucha, los recursos escuetos, la mirada indiferente: un sinfín de factores confluyeron aquel jueves por la mañana, exactamente hace tres meses atrás, en la explosión de gas que dejó dos muertos en la Escuela N°49 de Moreno.
Son 3 meses sin Sandra y Rubén.
Son 3 meses sin justicia.#EscuelasSeguras #2A806 pic.twitter.com/ZPKr3YCLSP— Roberto Baradel (@RobiBaradel) 2 de noviembre de 2018
El auxiliar fallecido, trabajador enrolado en ATE Verde y Blanca, se llamaba Rubén Rodríguez, era conocido como “el Oso” y tenía 45 años. La mujer fallecida era Sandra Calamano, tenía 48 años y cumplía funciones de vicedirectora.
Para recordarlos y para que sus muertes no se olviden, los docentes, alumnos y vecinos de Moreno volvieron a salir a las calles con las consignas “Sandra y Rubén, presentes: ahora y siempre” y “La educación pública está de luto” bajo el brazo.
“Exigimos justicia y que se arreglen todas las escuelas, porque hay menos de 15 abiertas y seguras. Es mentira que hay más de 200 escuelas funcionando. Los trabajadores de la educación y los alumnos no queremos morir“, señalaron en la movilización.
El mensaje claro, la enseñanza presente, el Estado siempre ausente pic.twitter.com/wdPrWietgc
— Revista Cítrica (@revistacitrica) 2 de noviembre de 2018