Por primera vez desde la vuelta de la democracia y por vía electoral, la extrema derecha brasileña logró imponerse en los comicios presidenciales.

Tal como se preveía tras el contundente triunfo en la primera ronda, Jair Bolsonaro (PSL) es el nuevo presidente de Brasil: obtuvo un 55,13% de votos, frente al 44,87% de Fernando Haddad (PT).

Ustedes serán mis testigos de que este gobierno será un defensor de la Constitución, de la democracia y la libertad. Es una promesa no de un partido, no es la palabra de un hombre, es un juramento ante Dios“, aseveró en su primera declaración como mandatario electo.

Conocido por sus declaraciones homofóbicas y racistas, y así como también por su estilo autoritario, Bolsonaro no vaciló en agregar: “Vamos juntos a cambiar el destino de Brasil”.

“Nunca estuve solo. Siempre sentí el poder de Dios y la fuerza del pueblo brasileño, con las oraciones de familias enteras. Debemos acostumbrarnos a vivir con la verdad. Y ésta tiene que comenzar a valer en los hogares y subir hasta los niveles más altos. Ganamos con los grandes medios que nos criticaron y sin contar con recursos económicos. No queríamos continuar flirteando con el comunismo, el socialismo y el extremismo de la izquierda”, remató.

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