Si dentro del país la situación económica parece desesperante, hacia afuera los números y las previsiones no reflejan algo muy distinto: la economía argentina sigue en picada.
En su último informe regional semestral, titulado “Sobre incertidumbre y cisnes negros. ¿Cómo lidiar con riesgo en América Latina y el Caribe?”, la Oficina del Banco Mundial para América Latina y el Caribe brindó otra mala noticia para la Argentina: para los expertos, las perspectivas de crecimiento para 2018, en especial en lo que respecta a la región, “no cumplen con las expectativas iniciales”.
“Lamentablemente, durante los últimos seis meses, América Latina se ha tropezado con algunos obstáculos en el camino“, aseguraron desde el organismo internacional.
¿A qué se refieren con estos “obstáculos”? A “las turbulencias del mercado” que sufre la Argentina, “la desaceleración en la expansión” de Brasil y “el deterioro continuo” de la situación en Venezuela.
“La situación general sigue siendo preocupante, en especial por la considerable incertidumbre política en Brasil y un probable recrudecimiento de la actual recesión en Argentina“, remataron.
