El panorama en la industria automotriz es preocupante desde hace bastante tiempo y, con la devaluación y la crisis cambiaria de las últimas semanas, no paró de agravarse: entre Fiat, Renault, Iveco, General Motors y Volkswagen decidieron suspender a aproximadamente 7.000 trabajadores.

Los empresarios justificaron la drástica decisión en la caída en las ventas y la recesión que vienen minando la capacidad de compra de los consumidores.

Y la repercusión es inmediata en las cadenas de producción: las terminales cordobesas de Renault Fiat dejarán de producir durante una semana, con miles de operarios cobrando mucha menos plata de su salario.
Iveco, que desde hace tiempo viene implementando suspensiones y retiros voluntarios, se sumó a la medida. Lo mismo decidió VolkswagenGeneral Motors, por su parte, canceló un turno de producción hasta el próximo año e implementó suspensiones rotativas en su planta de Alvear, en la Provincia de Santa Fe.

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