La noticia sorprendió a muchos: la empresa Freddo, uno de los íconos de la heladería artesenal, informó que próximamente cerrará su planta de producción en  el barrio porteño de Balvanera, pasando a tercerizar el proceso.

Aunque se lo llame en el comunicado oficial como “reconversión del negocio”, lo cierto es que miles de puestos de trabajo están en riesgo.

Pegasus, el fondo de inversión que maneja la empresa y que pertenece mayoritariamente al ex vicejefe de gabinete Mario Quintana, ratificó su postura de buscar desligarse de la mitad de los 80 locales que tiene en todo el país.

Según trascendió a la prensa, el plan es que en los próximos meses se consiga que todas las heladerías pasen a ser franquicias, sin inversión propia de la casa matriz. Nadie sabe qué decidirán si no pueden “colocar” sus locales con nuevos dueños.

Estamos tratando de mantener todos los puestos de trabajo posibles, esperamos que se pueda hacer porque es gente capacitada con años de experiencia que le da mucho valor agregado al producto”, señaló Luis Hlebowicz, secretario general del Sindicato de Pasteleros.

“Es un golpe duro porque es perdida de puestos de trabajo estables con los que mucha gente contaba y ahora entran en una incertidumbre“, remató.

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