Esta edición de la Copa Libertadores de América será recordada como una de las más “infames” y “escandalosas” de los últimos tiempos.
La buena decisión de la CONMEBOL de darle por perdido el partido a Santos por incluir mal a Carlos Sánchez en el primer choque con Independiente derivó en el “destape” de toda otra serie de reclamos que ameritaban una postura más dura: el “Caso Zuculini”, al que pasaron por alto pese a ser todavía más grave, fue su máxima expresión.
Como si esto fuera poco, la entidad comunicó que “Wanchope” Abila, delantero “xeneize” no podrá estar ante Cruzeiro por cuartos de final porque “todavía debe una fecha de suspensión”.
Teniendo en cuenta el caos reinante en el fútbol sudamericano y para evitar mayores inconvenientes, Guillermo Barros Schelotto ya lo había dejado fuera de la planilla en el último partido ante Libertad en Paraguay. Sin embargo, el ex Huracán disputó varios partidos con la camiseta “azul y oro” durante la competición cuando, en realidad, no lo debería haber hecho. ¿Hasta cuándo seguirán sin respetar las reglas las autoridades?